Painkiller un juego de culto

Painkiller, la saga a la que pertenece este Painkiller Hell & Damnation, es una de esas que no ha llegado a cuajar de forma masiva, aunque mantiene su halo de juego de culto. Un título de una jugabilidad endiablada más propia de hace 15 años que de hoy.

La saga Painkiller se puede calificar como juegos de acción, herederos de los clásicos FPS de los 90 y de jugabilidad directa, con cientos de enemigos y una movilidad constante que nos obliga a estar o saltando o rodeando continuamente a nuestros contrincantes. ¿Os suena? Así eran los FPS en PC hace 15 años y los desarrolladores de Painkiller piensan que ese tipo de juego tiene un hueco.

Esta entrega es un remake del original y su expansión mejorados gráfica y técnicamente y desarrollado con el motor Unreal 3.

Lo primero que llama la atención a quienes jugamos con sus versiones de la década pasada es la calidad gráfica. Painkiller nunca destacó por ser un alarde visual. Sí técnico, puesto que fue de los primeros en integrar motores de física como el Havok, pero es más que claro que el cambio de motor le ha sentado muy bien. Además, Painkiller Hell & Damnation se mueve muy fluido a altas configuraciones gráficas y de resolución, aunque tampoco haya muchas diferencias entre ellas. No os sorprenderéis al ver Painkiller en vuestra pantalla.

El juego es atractivo visualmente sobre todo por el diseño de niveles y la buena cantidad de enemigos que nos vamos a encontrar a lo largo del juego, a cual más repugnante.

Ofrece los cuatro escenarios del juego original más su expansión Battle Out of Hell divididos en distintas fases. Todas se juegan de forma más o menos lineal con puntos de grabación automática. Representan distintos escenarios siniestros: cementerios, catedrales, alcantarillas, castillos… Todo muy tétrico.

Si habéis superado el impacto inicial que Painkiller Hell & Damnation ofrece de juego antiguo y os ha gustado, es posible que también podáis caer en cierta monotonía. Como no puede ser de otra manera, se trata de avanzar niveles matando a todo lo matable y descubriendo todo lo descubrible. Y punto. El juego peca algo de monótono a la larga, pero es ahí donde los amigos de The Farm 51 nos esperaban agazapados con un modo cooperativo que, evidentemente, convierte a este Painkiller en una experiencia mucho más satisfactoria.

El modo cooperativo nos permitirá jugar toda la campaña con un amigo y diversos modos multijugador. Porque éste es el otro añadido que incorpora Painkiller Hell & Damnation: el on line.

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