Más basura generada que en Nochevieja

La Real Federación Española de Fútbol, entidad privada organizadora, se ha embolsado por la victoria del equipo de fútbol 30 millones de euros, patrocinios aparte. Pero lo del lunes fue algo especial, diferente. Desde el Ayuntamiento sacan a la celebración del saco de los gastos públicos, y dicen que se trata de una celebración en la que «colaboran». 

«Es muy difícil calcular el coste del dispositivo», señala un portavoz, quien asegura que tampoco ha habido que lamentar daños en el mobiliario urbano, más allá de los «100 euros de la cabeza de un semáforo». En total, los servicios de limpieza recogieron 35.000 kilos de basura. 

Por ejemplo, en el desalojo del 15-M en agosto del pasado año en la Puerta del Sol, 74 operarios retiraron 26.940 kilos de basura. El Servicio Especial de Limpieza Urgente (Selur) quitó 22.600 kilos de residuos del kilómetro cero y alrededores tras las campanadas de fin de año. 

Pero existen otros intangibles asociados al movimiento de la gente en la calle que son difícilmente cuantificables. Los bares, restaurantes, discotecas y comercios de la Comunidad facturaron del domingo al lunes hasta un 40% más de lo habitual, según Alfonso Tezanos, presidente de la asociación de comerciantes Cecoma. Calcula que hubo un impacto económico de la celebración de 20 millones, informa Pedro Blasco. 

Entre los comerciantes la sensación ayer era dispar. Los bares cercanos a la plaza de Cibeles -calle Alcalá, Gran Vía, plaza de la Cruz- no pararon durante la tarde del domingo de vender cervezas, y sobre todo agua, pero los de las calles paralelas, también próximos al epicentro de la fiesta, no vieron un euro, informa Roberto Bécares.

«Nosotros incluso tuvimos que cerrar», explicaba ayer una camarera de un local de Sebastián Oleazaga. «Es que empezaron a tirar petardos». «Apenas vendimos un poco más que cualquier lunes», comentaba Javier, un empleado de un bar al pie de la plaza de la Cruz. «Los chinos... Esos sí que se forraron», decía. 

El Consistorio no reparó en medios para devolver a la ciudad a la normalidad. El dispositivo de limpieza lo formaron 28 máquinas, entre baldeadoras, barredoras y compactadoras, y trabajaron 96 operarios. 

Del área sanitaria estuvieron en la calle hasta 110 personas. En la zona hubo 10 unidades de soporte vital básico, dos de soporte vital avanzado, dos puestos médicos avanzados, cuatro parejas de motos, 30 equipos sanitarios, cuatro operadores y cinco equipos de coordinación. 
La participación más llamativa la tuvo la Policía Municipal. Los furgones policiales escoltaban la comitiva y los agentes se mezclaron con los del Cuerpo Nacional. El dispositivo de movilidad del lunes contó con 300 policías de la Subinspección de Tráfico y las Unidades Centrales de Seguridad (UCES), más 80 agentes de movilidad. 

Delegación del Gobierno dirigió el despliegue de seguridad, compuesto por 450 efectivos. A lo largo del recorrido, que arrancó desde el Palacio de la Zarzuela y concluyó en la plaza de Cibeles, intervinieron agentes de caballería, motos, guías caninos, radiopatrullas, helicópteros y la unidad de subsuelo. 

Pese a la disparidad de servicios, había que contar que 24 horas antes, durante la disputa de la final en la noche del domingo, los servicios municipales ya estaban en alerta. 

El día anterior, el Ayuntamiento puso en la calle a 200 agentes de la Policía Municipal, 50 sanitarios del Samur-Protección Civil y 79 operarios de limpieza viaria y del Selur. El Ayuntamiento de Madrid instaló 194 contenedores para las distintas fracciones: 154 contenedores de resto; 35 de envases y cinco para papel. En total, se recogieron 27.600 kilogramos de basura.

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