La moneda tiene dos caras

El contundente 84-57 que le endosó el Barcelona al Valencia el pasado jueves en el Palau invitaba a pensar en que el duelo de ayer sería un nuevo paseo para los barcelonistas. Nada más lejos de la realidad. El conjunto de Vladimir Perasovic se sobrepuso perfectamente a tamaño correctivo y se llevó un triunfo del Palau que obligará a los azulgrana a llevarse, por lo menos, un triunfo en uno de los dos duelos que se disputarán ahora en la Fonteta. De lo contrario, el equipo que logrará meterse en la serie final será el Valencia Basket. De Colo, Faverani y Martínez fueron los grandes argumentos de un equipo que logró endosarle a los de Xavi Pascual la segunda derrota de la ACB en casa en lo que va de temporada.

Nueve años llevaba el conjunto valenciano sin ganar en el Palau. Y los 10 minutos iniciales no parecían presagiar que se rompería la racha. El Barça era capaz de anotar prácticamente todos sus lanzamientos, con un tres de tres en tiros desde más allá de la línea de 6,75 que le valía una ventaja para nada desdeñable. Los visitantes, no obstante, mostraron ya signos de reacción en los instantes finales del primer periodo, una reacción que, desde luego, tuvo continuidad en el segundo cuarto. Con un Barça inoperante en los tiros de campo, sobreviviendo apenas sólo de los tiros libres, los de Perasovic tiraron de contundencia para anotarse su primer parcial en la serie y marcharse al descanso dos puntos por encima de los azulgranas (37-39).

Por parte local, los únicos jugadores que parecían mantener la cara eran un Ndong siempre fiable en la pintura y un Huertas al que, si de algo se le puede acusar, es de haber exhibido una preocupante falta de regularidad durante toda la campaña. El brasileño ha combinado partidos para olvidar, como el que protagonizó en las semifinales de la Final Four ante el Olympiacos, con actuaciones como la de ayer, con buena mano en el tiro y excelente dirección del conjunto. El resto del equipo, no obstante, no pareció estar demasiado a la altura de las circunstancias. A un exceso de precipitación en el tiro, en momentos puntuales, se unió también una falta de control en el rebote defensivo que acabaría siendo definitiva.

El Barcelona, con todo, se las arregló para llegar al último y definitivo periodo con empate (56-56) en el luminoso. Los azulgranas, incluso, dispusieron de opciones para darle la vuelta al entuerto en el que se habían metido ellos solitos y poner el 2-0 en su casillero. El Valencia, no obstante, no se dejó intimidar. Tras una injusta personal en ataque señalada a De Colo sobre Ingles y un agónico triple de Huertas, coronado con una falta antideportiva del brasileño desaprovechada por San Miguel cinco puntos consecutivos de Rafa Martínez dictaron sentencia. La serie viaja a Valencia. ¿Se quedará allí? La solución, la semana que viene.

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